Lili: Durante más de 20 años, he tenido la oportunidad de crecer profesionalmente en distintas empresas transnacionales, en áreas como planeamiento estratégico, comunicaciones, marketing, comercial y experiencia de cliente. A lo largo de estos años, creo que ha sido clave la pasión por asumir distintos retos, alcanzar resultados, tener un compromiso genuino con el servicio y construir relaciones sólidas.
Esta experiencia, sumado a que hace pocos años me convertí en mamá, despertaron en mí el deseo de emprender. Inspirada por mi amor por el diseño, la relevancia que para mi tiene el descanso, así como el interés en crear algo propio e innovador, nació Bomdia, una marca de ropa de cama y baño para niños.
Xime: Durante más de 15 años, tuve la suerte de trabajar en este fascinante mundo, desempeñándome en áreas clave como compras y e-commerce en una prestigiosa empresa de retail. A lo largo de este tiempo, los viajes a las principales capitales del diseño y las visitas a las grandes ferias internacionales se convirtieron en parte fundamental de mi vida, brindándome una visión única sobre tendencias, nuevos productos y proveedores de excelencia. También tuve la oportunidad de recorrer fábricas en diferentes partes del mundo, donde aprendí de primera mano sobre materiales, calidades y técnicas de confección.
Toda esta experiencia y aprendizaje me llevaron a dar el gran salto: crear mis propios productos. Con Bomdia, quiero compartir lo que he aprendido y hacerlo realidad, diseñando productos hermosos, de calidad, y pensados con la pasión y el cuidado que merecen.
Hoy unimos nuestras experiencias, conocimientos y pasión para hacer de Bomdia una marca que inspire y acompañe a más familias peruanas en su día a día. Creemos que el descanso es mucho más que un momento del día: es el comienzo de grandes sueños, de pequeñas victorias y de nuevos comienzos. Por eso, cada diseño y cada detalle están pensados para ayudarte a recargar energías y dar lo mejor de ti. Estamos felices de ser parte de este camino contigo, porque todos tenemos sueños, y arriesgarse a soñar siempre vale la pena.
